La comunicación
es algo imprescindible en nuestra sociedad ya que nos rodea y está presente a
lo largo de nuestra vida y en todos los momentos de nuestra rutina.
Podemos
entenderla como ‘’la charla’’ que mantienen dos o varias personas, pero no
olvidemos que no siempre es de manera oral o escrita; una comunicación pueden
ser miradas o gestos e incluso signos, ya que, hay personas que no son capaces
de hablar propiamente dicho, pero sí comunicarse.
Encontramos
comunicación en las señales de tráfico o en los carteles de publicidad y medios
de COMUNICACIÓN tal y como la propia
palabra indica.
Como hemos dicho,
está siempre presente en nuestra vida, por lo tanto, tendremos que darle el
valor que precisa.
Los niños,
nuestros futuros alumnos en clase, deben aprender formas óptimas de comunicarse
y la enseñanza de esto puede ser el medio para conseguir más fines y valores o
principios que queramos inculcarles para su futuro y su vida.
Actualmente, la
idea de inclusión, integración e
igualdad está muy presente en el entorno educativo pero, ¿fuera de lo académico
propiamente dicho, se lleva a cabo?
Para trabajar un
poco con este tema, y concienciarnos de la manera en la que lo ven los niños de
nuestra sociedad, el futuro de nuestra sociedad, ¿qué mejor manera de proponer
una conversación, de una manera dinámica con ellos? Sería con alumnos de un
colegio de 5º de Primaria, es decir, entre diez y once años. Un colegio de
integración, es decir, en las aulas ordinarias se encuentran alumno con alguna
discapacidad.
He elegido esta
edad porque se encuentran en una etapa evolutiva en la que pueden apreciarse pruebas de inesperada
sensibilidad, de tacto o de pudor que revelan una notable toma de conciencia
respecto de los sentimientos de los demás; además, según afirma Piaget el
niño/a pasa a oscilar de una moral de respeto y de sumisión al adulto a otra
moral de respeto mutua, que alcanzará su desarrollo a medida que se vaya
consolidando el grupo, lo que provocará en el niño, un sentimiento profundo de
grupo y lo defenderá le cueste lo que le cueste; a parte, procurará siempre el
bien de los integrantes.
En el grupo irá aprendiendo poco a poco a defender sus
derechos. Es muy importante en esta nueva etapa lo que se denomina «el apoyo
mutuo», la complicidad y la compenetración con los demás para conseguir
alcanzar los mismos objetivos.
A finales de esta etapa aparece el respeto por el otro y la
honestidad. El niño/a se empieza a iniciar en la cooperación y es solidario con
el resto de los componentes del grupo.
He pensado por todas esta ideas que he expuesto
anteriormente que se podría trabajar ese tema, haciendo que interiorices,
hables, se comuniquen y sobretodo, piensen a cerca de lo que están hablando con
sus compañeros; he pensado también en esta edad ya que muchas veces son muy
crueles cuando un compañero no pertenece a su grupo y además tiene algo de
diferente que provoca mofa en ellos, para resaltar por encima de los demás del
grupo. Podría llegar a ser una actividad muy enriquecedora tanto para el grupo
clase como para el profesor que la guía, en este caso yo.
El contexto en el que centraría la actividad sería en la
clase, ya que es en el espacio en el que
más tiempo pasan y comparten. La
disposición sería la misma que mantienen durante las demás clases y si en algún
momento necesitan más huecos para moverse plantearíamos salir al patio o
incluso en un hueco más amplio que en todas las clases hay.
Propongo que sea en clase ya que el ambiente para hacer algo
así no tiene por qué variar, lo que pretendo con esta actividad es
transmitirles valores mediante la empatía hacia sus compañeros, que hagan un
ejercicio de introspección y vean que todo el mundo falla, y todo el mundo es
diferente, que algunas diferencias son más notables que otras, pero no por ello
nos tenemos que reír ya que a nosotros no nos gustaría que se rieran de
nosotros.
Las normas que propongo al principio de empezar son simples
indicaciones que se deben de dar a un grupo grande de personas que van a
mantener un proceso de comunicación. Por si no son capaces de saber en el
contexto en el que estamos trabajando comenzaría diciendo:
‘’-Bueno chicos, hoy
vamos a hacer una actividad que se sale un poco de lo que acostumbramos a
hacer. Quiero hablaros de la comunicación, ¿alguien sabría decirme lo que es? (En
este momento supongo que muchos de los niños tendrán cosas que decir, pero yo
no daré la solución hasta el final de la actividad, ya que la haremos entre
todos).’’
Continuaría diciendo; ‘’-Aunque
no todos, muchos tenéis una pequeña idea de lo que significa esta palabra; pues
quiero que hoy la pongamos en práctica, vamos a dar indicaciones de cómo pensáis
vosotros que debe de comportarse la gente que interviene en una conversación..’’
Trataría de llegar entre todos a la idea de poner en la
pizarra estas indicaciones:
-No interrumpir al otro.
-Respetar el turno de palabra levantando la mano.
-Esperar a que la profesora no de la palabra.
-No gritar.
-No herir verbalmente.
-Por supuesto, nada de hacer ‘’el tonto’’ en los ejercicios
que llevemos a cabo durante la actividad.
Si algún alumno, por lo que fuera, no respetada las
indicaciones que entre todos hemos puesto, automáticamente saldría de la
actividad y se dedicaría a leerse la parte de la comunicación del libro.
Si no
es capaz de controlarse, tiene que saber que los actos y los impulsos tienen
consecuencias cuando están fuera de lugar.
Lo último que me queda por explicar antes de empezar la
actividad es el rol que desempeñarían dos alumnos que hay en esta clase; Juan
es un niño que es muy buen estudiante, pero falla en las relaciones sociales ya
que le cuesta mucho coger confianza y realmente es un niño muy tímido que pasa
mal rato incluso para pedir ir al baño. Él será ‘’el secretario de la profe’’
ya que en el primer momento de la actividad, guiará la conversación, imponiendo
el respeto que todos tienen que mantenerse para que vaya bien.
Por otro lado tenemos en la clase a Andrea, siempre está
interrumpiendo con cosas que no vienen a cuento, no respeta a los compañeros y
siempre se encarga de imponer su ley. Andrea va a ser la que ocupe el lugar de
sujetar la urna que contenta los nombres y la urna que contenga las
situaciones, de manera que se encuentre algo fuera de lo que es la actividad y
pretendo que no sea quien lleve las riendas de la clase, sabiendo que sin que
esté ella organizando, la actividad va a salir a delante y sobre todo que vea
cómo actúan sus compañeros y las cosas en las que intervienen. Por supuesto,
avanzada la actividad podrá participar de manera más activa. Solo pretendo que
piense y ella individualmente ya que es algo en lo que falla notablemente, vea que
no siempre es el ‘’centro de atención’’.
Ya tenemos todo para empezar a hacer nuestra actividad, que
todavía no he contado cómo va a ser la dinámica que vamos a seguir.
Propongo colocar dos urnas, una que ponga nombre y otra que
ponga situaciones. La urna de los nombres contendrá cada uno de los nombres de
la clase y en la de las situaciones, habrá posibles situaciones que se den en
la clase, en el patio o fuera del aula y las que ya han ocurrido que hemos
solventado.
Irá saliendo dedos en dos, uno será el que sufre la
situación y el otro el que la provoca; y viceversa. A continuación abriremos el
coloquio.
Pienso que sería una actividad muy productiva ya que creo
que sacaría la personalidad de todos los alumnos, aprenderían a respetarse más
entre ellos, sabrían reconocer sus errores y por último, ayudaría a que
entendieran perfectamente lo que es la comunicación.
¿Cómo evalúo la actividad? Muy sencillo, en el inicio de
esta he abierto el debate sobre qué es la comunicación, y no lo he cerrado
hasta el final de la actividad que es cuando lo voy a hacer:
-‘’La comunicación es
lo que acabamos de hacer ya que en toda comunicación también hay errores, hemos
pensado lo que íbamos a decir, hemos indicado por medio de signos o gestos una
indicación que queríamos que los compañeros entendieran, había un emisor, un
receptor, un canal y un mensaje, teníamos un moderador y hemos llegado a
conclusiones por medio de todo esto. Son todo características de la
comunicación y las habéis experimentado en vuestras carnes. Vamos a realizar
una definición en nuestro cuaderno de lo que hemos sentido y las colgaremos en
la clase para que todos podamos verlo y consultarlo’’
Evaluaré la actividad leyendo las descripciones que han
hecho, simplemente para ver lo que han sentido y si lo han entendido bien. No
pondría ninguna nota.
Esta actividad no debe ser puntual, Ana. No debe realizarse para ejemplificar lo que es la comunicación en el curso en el que se trabaja este concepto. La interactuación oral en gran grupo ha de ser una actividad habitual en todas las etapas educativas. Eso no quiere decir que el tema de una conversación no pueda ser “la comunicación”, pero tal y como lo planteas, y las muchas referencias que haces a la teoría, me hace pensar que no has entendido muy bien el tema. Se trata de hablar sobre un tema que interese a los niños y que permita que intercambien opiniones al respecto. No es que tengas que cambiarlo, es que entiendas lo que se pedía.
ResponderEliminarMe gusta mucho cómo explicas el momento psicoevolutivo por el que pasan los niños, pero debes citar tus fuentes para no caer en dejarte llevar por tus propios juicios.
Dar a los niños (tímido y hablador) tareas específicas, resolverá el problema durante la actividad, pero si no hay reflexión ni argumentación, tendrás que hacerlo SIEMPRE que realices este tipo de actividades (una cada 1 o 2 semanas).
No he entendido muy bien lo de las urnas… pero si hablan dos niños (o leen los papeles dos niños) no hay comunicación en gran grupo, sino por parejas. Los dos momentos en los que sí hay comunicación de gran grupo son el diálogo inicial y el coloquio… pero son los momentos que menos explicas.
La evaluación debe existir en sus 4 aspectos:
- Feedback a los niños sobre lo que han hecho bien y lo que deben mejorar de cara a la siguiente actividad similar.
- Autoevaluación de los niños para que sean conscientes de en qué y cómo deben mejorar.
- Evaluación de cada niño (no es “poner nota” sin anotar lo observado para poder valorar los avances.
- Tu propia autoevaluación sobre cómo has llevado a cabo el proceso.