miércoles, 11 de marzo de 2015

Actividad 1: Lenguaje, lengua y comunicación oral.


La comunicación es algo imprescindible en nuestra sociedad ya que nos rodea y está presente a lo largo de nuestra vida y en todos los momentos de nuestra rutina.

Podemos entenderla como ‘’la charla’’ que mantienen dos o varias personas, pero no olvidemos que no siempre es de manera oral o escrita; una comunicación pueden ser miradas o gestos e incluso signos, ya que, hay personas que no son capaces de hablar propiamente dicho, pero sí comunicarse.
Encontramos comunicación en las señales de tráfico o en los carteles de publicidad y medios de COMUNICACIÓN tal y como la propia palabra indica.

Como hemos dicho, está siempre presente en nuestra vida, por lo tanto, tendremos que darle el valor que precisa.

Los niños, nuestros futuros alumnos en clase, deben aprender formas óptimas de comunicarse y la enseñanza de esto puede ser el medio para conseguir más fines y valores o principios que queramos inculcarles para su futuro y su vida.

Actualmente, la idea de inclusión,  integración e igualdad está muy presente en el entorno educativo pero, ¿fuera de lo académico propiamente dicho, se lleva a cabo?

Para trabajar un poco con este tema, y concienciarnos de la manera en la que lo ven los niños de nuestra sociedad, el futuro de nuestra sociedad, ¿qué mejor manera de proponer una conversación, de una manera dinámica con ellos? Sería con alumnos de un colegio de 5º de Primaria, es decir, entre diez y once años. Un colegio de integración, es decir, en las aulas ordinarias se encuentran alumno con alguna discapacidad.

He elegido esta edad porque se encuentran en una etapa evolutiva en la que  pueden apreciarse pruebas de inesperada sensibilidad, de tacto o de pudor que revelan una notable toma de conciencia respecto de los sentimientos de los demás; además, según afirma Piaget el niño/a pasa a oscilar de una moral de respeto y de sumisión al adulto a otra moral de respeto mutua, que alcanzará su desarrollo a medida que se vaya consolidando el grupo, lo que provocará en el niño, un sentimiento profundo de grupo y lo defenderá le cueste lo que le cueste; a parte, procurará siempre el bien de los integrantes.

En el grupo irá aprendiendo poco a poco a defender sus derechos. Es muy importante en esta nueva etapa lo que se denomina «el apoyo mutuo», la complicidad y la compenetración con los demás para conseguir alcanzar los mismos objetivos.

A finales de esta etapa aparece el respeto por el otro y la honestidad. El niño/a se empieza a iniciar en la cooperación y es solidario con el resto de los componentes del grupo.

He pensado por todas esta ideas que he expuesto anteriormente que se podría trabajar ese tema, haciendo que interiorices, hables, se comuniquen y sobretodo, piensen a cerca de lo que están hablando con sus compañeros; he pensado también en esta edad ya que muchas veces son muy crueles cuando un compañero no pertenece a su grupo y además tiene algo de diferente que provoca mofa en ellos, para resaltar por encima de los demás del grupo. Podría llegar a ser una actividad muy enriquecedora tanto para el grupo clase como para el profesor que la guía, en este caso yo.

El contexto en el que centraría la actividad sería en la clase, ya que es en el espacio en el que
 más tiempo pasan y comparten. La disposición sería la misma que mantienen durante las demás clases y si en algún momento necesitan más huecos para moverse plantearíamos salir al patio o incluso en un hueco más amplio que en todas las clases hay.
Propongo que sea en clase ya que el ambiente para hacer algo así no tiene por qué variar, lo que pretendo con esta actividad es transmitirles valores mediante la empatía hacia sus compañeros, que hagan un ejercicio de introspección y vean que todo el mundo falla, y todo el mundo es diferente, que algunas diferencias son más notables que otras, pero no por ello nos tenemos que reír ya que a nosotros no nos gustaría que se rieran de nosotros.

Las normas que propongo al principio de empezar son simples indicaciones que se deben de dar a un grupo grande de personas que van a mantener un proceso de comunicación. Por si no son capaces de saber en el contexto en el que estamos trabajando comenzaría diciendo:

‘’-Bueno chicos, hoy vamos a hacer una actividad que se sale un poco de lo que acostumbramos a hacer. Quiero hablaros de la comunicación, ¿alguien sabría decirme lo que es? (En este momento supongo que muchos de los niños tendrán cosas que decir, pero yo no daré la solución hasta el final de la actividad, ya que la haremos entre todos).’’
Continuaría diciendo; ‘’-Aunque no todos, muchos tenéis una pequeña idea de lo que significa esta palabra; pues quiero que hoy la pongamos en práctica, vamos a dar indicaciones de cómo pensáis vosotros que debe de comportarse la gente que interviene en una conversación..’’
Trataría de llegar entre todos a la idea de poner en la pizarra estas indicaciones:
-No interrumpir al otro.
-Respetar el turno de palabra levantando la mano.
-Esperar a que la profesora no de la palabra.
-No gritar.
-No herir verbalmente.
-Por supuesto, nada de hacer ‘’el tonto’’ en los ejercicios que llevemos a cabo durante la actividad.
Si algún alumno, por lo que fuera, no respetada las indicaciones que entre todos hemos puesto, automáticamente saldría de la actividad y se dedicaría a leerse la parte de la comunicación del libro.

 Si no es capaz de controlarse, tiene que saber que los actos y los impulsos tienen consecuencias cuando están fuera de lugar.
Lo último que me queda por explicar antes de empezar la actividad es el rol que desempeñarían dos alumnos que hay en esta clase; Juan es un niño que es muy buen estudiante, pero falla en las relaciones sociales ya que le cuesta mucho coger confianza y realmente es un niño muy tímido que pasa mal rato incluso para pedir ir al baño. Él será ‘’el secretario de la profe’’ ya que en el primer momento de la actividad, guiará la conversación, imponiendo el respeto que todos tienen que mantenerse para que vaya bien.

Por otro lado tenemos en la clase a Andrea, siempre está interrumpiendo con cosas que no vienen a cuento, no respeta a los compañeros y siempre se encarga de imponer su ley. Andrea va a ser la que ocupe el lugar de sujetar la urna que contenta los nombres y la urna que contenga las situaciones, de manera que se encuentre algo fuera de lo que es la actividad y pretendo que no sea quien lleve las riendas de la clase, sabiendo que sin que esté ella organizando, la actividad va a salir a delante y sobre todo que vea cómo actúan sus compañeros y las cosas en las que intervienen. Por supuesto, avanzada la actividad podrá participar de manera más activa. Solo pretendo que piense y ella individualmente ya que es algo en lo que falla notablemente, vea que no siempre es el ‘’centro de atención’’.

Ya tenemos todo para empezar a hacer nuestra actividad, que todavía no he contado cómo va a ser la dinámica que vamos a seguir.
Propongo colocar dos urnas, una que ponga nombre y otra que ponga situaciones. La urna de los nombres contendrá cada uno de los nombres de la clase y en la de las situaciones, habrá posibles situaciones que se den en la clase, en el patio o fuera del aula y las que ya han ocurrido que hemos solventado.

Irá saliendo dedos en dos, uno será el que sufre la situación y el otro el que la provoca; y viceversa. A continuación abriremos el coloquio.
Pienso que sería una actividad muy productiva ya que creo que sacaría la personalidad de todos los alumnos, aprenderían a respetarse más entre ellos, sabrían reconocer sus errores y por último, ayudaría a que entendieran perfectamente lo que es la comunicación.
¿Cómo evalúo la actividad? Muy sencillo, en el inicio de esta he abierto el debate sobre qué es la comunicación, y no lo he cerrado hasta el final de la actividad que es cuando lo voy a hacer:
-‘’La comunicación es lo que acabamos de hacer ya que en toda comunicación también hay errores, hemos pensado lo que íbamos a decir, hemos indicado por medio de signos o gestos una indicación que queríamos que los compañeros entendieran, había un emisor, un receptor, un canal y un mensaje, teníamos un moderador y hemos llegado a conclusiones por medio de todo esto. Son todo características de la comunicación y las habéis experimentado en vuestras carnes. Vamos a realizar una definición en nuestro cuaderno de lo que hemos sentido y las colgaremos en la clase para que todos podamos verlo y consultarlo’’


Evaluaré la actividad leyendo las descripciones que han hecho, simplemente para ver lo que han sentido y si lo han entendido bien. No pondría ninguna nota.

1 comentario:

  1. Esta actividad no debe ser puntual, Ana. No debe realizarse para ejemplificar lo que es la comunicación en el curso en el que se trabaja este concepto. La interactuación oral en gran grupo ha de ser una actividad habitual en todas las etapas educativas. Eso no quiere decir que el tema de una conversación no pueda ser “la comunicación”, pero tal y como lo planteas, y las muchas referencias que haces a la teoría, me hace pensar que no has entendido muy bien el tema. Se trata de hablar sobre un tema que interese a los niños y que permita que intercambien opiniones al respecto. No es que tengas que cambiarlo, es que entiendas lo que se pedía.
    Me gusta mucho cómo explicas el momento psicoevolutivo por el que pasan los niños, pero debes citar tus fuentes para no caer en dejarte llevar por tus propios juicios.
    Dar a los niños (tímido y hablador) tareas específicas, resolverá el problema durante la actividad, pero si no hay reflexión ni argumentación, tendrás que hacerlo SIEMPRE que realices este tipo de actividades (una cada 1 o 2 semanas).
    No he entendido muy bien lo de las urnas… pero si hablan dos niños (o leen los papeles dos niños) no hay comunicación en gran grupo, sino por parejas. Los dos momentos en los que sí hay comunicación de gran grupo son el diálogo inicial y el coloquio… pero son los momentos que menos explicas.
    La evaluación debe existir en sus 4 aspectos:
    - Feedback a los niños sobre lo que han hecho bien y lo que deben mejorar de cara a la siguiente actividad similar.
    - Autoevaluación de los niños para que sean conscientes de en qué y cómo deben mejorar.
    - Evaluación de cada niño (no es “poner nota” sin anotar lo observado para poder valorar los avances.
    - Tu propia autoevaluación sobre cómo has llevado a cabo el proceso.

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